Su rima es consonante (AAAA) y las estrofas están formadas por cuatro versos, que se dividen en hemistiquios, separados por una pausa llamada cesura. El tema de esta poesía es el dinero y se caracteriza por su lenguaje rico y popular.
En la sociedad, el dinero ofrece muchas transformaciones sobre las personas, pues quien tiene dinero es representado como todo un caballero, aun siendo un hombre necio y codicioso. Da igual lo humilde y honrado que seas, quien tiene monedas es quien tiene el poder.
El dinero influye en todo, incluso en la justicia y en el perdón de Dios. Quien comete un delito puede arreglarlo todo con dinero, consiguiendo no tener que ir a la cárcel, pero un vagabundo que no tiene dinero y roba un trozo de pan para poder sobrevivir será encerrado entre rejas.
Lo mismo ocurría en la iglesia, pues algunos monjes perdonaban a pecadores con el nombre de Dios si estos últimos le ofrecían dinero.
Pero esta situación no solo se daba en el siglo XIV, esto ocurre en todo el mundo, día a día. Aun pasando los años, el ser humano sólo se ha preocupado de los bienes económicos, colaborar no ha sido ayudar a los demás, sino obtener beneficios: el dinero.
En pleno siglo XXI seguimos viendo cómo el dinero es el centro de todo y además, es el causante de muchos conflictos.
El dinero ciega a las personas y hace que no veamos otras cosas que son más importantes, como el cariño o la felicidades no nos dan las pequeñas cosas, pues a veces se valora más lo material. El dinero no lo es todo, aunque haya personas que piensen esto.
Pues no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.
En mi opinión, este fragmento es realmente bueno y representa de una manera óptima la realidad durante el paso de los años.
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